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miércoles, marzo 12, 2008

Historias del abuelo cebolleta: el click


Esta mañana me daba cuenta, al instalar Microsoft Office, cómo han cambiado las cosas en la informática en poco tiempo. Hace unos pocos años, Office se distribuía en disquetes, concretamente unos 23 disquetes, y llevaba horas instalarlo en un ordenador; un proceso tedioso que obligaba a estar junto al ordenador contemplando la pantalla, sin hacer nada más que cambiar los discos cuando así te lo pedía.

Todo esto me recordó una anécdota que sucedió en mi trabajo. Un compañero se empezó a instalar Office en su ordenador. Cuando ya iba por el disquete número 18 de la instalación, fue a sacar el disquete para introducir el nuevo. Al pulsar el botón de expulsar el disco, se dio cuenta de que algo iba mal. En lugar de la resistencia habitual, el botón no opuso resistencia y sólo hizo un ligero click. Sin mover el dedo miró hacia el ordenador y vio que, en lugar de pulsar el botón de expulsión de la disquetera había pulsado el de apagado del ordenador, que estaba al lado. En aquellos ordenadores, el ordenador se apagaba al soltar el botón, no al apretarlo.

Entonces se dio cuenta del problema: el botón se comportaba como cuando se pisa una mina, si lo soltaba el ordenador se apagaría y perdería toda la instalación realizada y tendría que volver a empezar. Peor aún, podría llegar a instalarse mal, al haber abortado la instalación de aquel modo. Así que optó por continuar la instalación de los cinco disquetes que quedaban sin soltar el botón. Por supuesto, le dio por entrar a medio departamento durante ese tiempo, con el cachondeo consiguiente al ver los aspavientos que tenía que hacer para ir introduciendo los disquetes y tecleando sin soltar el botón de apagado. Evidentemente, nadie le ayudó a hacerlo, era demasiado divertido verlo.

4 ideas:

Joyce dijo...

A mí me dio mucha pena cuando compré el ordenador actual y vi que no tenía disquetera...

¿Acaso tener grabadora de dvd es incompatible con una humilde disquetera? Con lo cómodo que es un disquet para llevarse archivos ligeros...

Saludos

Miss Missing dijo...

¿El de la anecdota no serías tú por un causal?

Jejejeje

mangel dijo...

Sí, James, de hecho durante un tiempo, hasta que aparecieron las llaves USB, no dieron una buena solución a eso.

No, Vir, era un colega. Pero es raro, sí, ese tipo de cosas me suelen pasar a mí.

Anónimo dijo...

Jajaja, me río sólo con imaginarlo