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viernes, julio 28, 2006

Huevos a la celular y otros experimentos

El otro día leí esta curiosa noticia:

http://rense.com/general72/cellcook.htm

Dos periodistas del diario Pravda de Moscú quisieron hacer un experimento para demostrar el peligro de la radiación emitida por un teléfono móvil. Para ello colocaron un huevo, entre dos teléfonos móviles e iniciaron una llamada. Tras 65 minutos, el huevo acabó perfectamente cocido, como muestran en las fotos.

Es una noticia que, a simple vista parece totalmente falsa, pero, por si acaso y si son hombres, no lleven nunca un teléfono móvil en cada bolsillo...

Aunque esto puede ser interesante. Propongo una nueva versión del experimento:

Material necesario:
- Dos teléfonos móviles
- Un termómetro
- Un voluntario de sexo masculino

Procedimiento:
Se coloca un móvil en cada bolsillo delantero del pantalón del voluntario, se le introduce el termómetro en los huevillos y se procede a llamar a los dos teléfonos simultáneamente. Se toman medidas de la temperatura.

Caso de existir voluntarios, ruego dejen los resultados obtenidos en la zona de comentarios. La ciencia estará en deuda con vosotros, muchachos.

jueves, julio 20, 2006

¿Para qué tanta prisa?

El otro día encargué un material urgente a una empresa de Estados Unidos. Conseguí recibirlo en dos semanas. A continuación, el reparto del tiempo empleado, en orden cronológico:

- Recibir el pedido, cursarlo, localizar y embalar el material, enviarlo a la empresa de mensajería, transportarlo hasta París en avión, transportarlo hasta Madrid en avión: 1 día.

- Aduana española: una semana.

- Perdido en alguna parte del almacén de mi empresa: 4 días.

Y es que, al entrar en territorio patrio, el tiempo se modifica y alarga. Ríete tú de la teoría de la relatividad especial. Y da igual que se solicite el envío urgente, al llegar a España tiene que esperar turno. Y el hecho de que venga por mensajería urgente, no induce a pensar en tu empresa que el que lo ha solicitado lo necesite ya.

Y es que en España hay un tiempo que no se valora: el tiempo de los demás. Esa falta de respeto hacia el tiempo ajeno reduce la eficacia de las empresas, genera miles de horas fuera del trabajo resolviendo gestiones, y lastra en general nuestra productividad. No haría falta que trabajáramos más para aumentar la productividad de nuestras empresas, con que los trabajadores pudieran trabajar de tirón, sin interrupciones, ya ganaríamos mucho.

Hay una filosofía en el campo de la gestión de la producción industrial que se denomina JIT (Just In Time, justo a tiempo). En esta forma de concebir la producción, apenas se mantienen stocks de materiales en almacén, éstos deben llegar sólo cuando se van a usar en la fabricación. De esta forma, se reducen los gastos de almacenaje y el inmovilizado. Pues bien, en España, si se quiere aplicar esto, se encuentra uno que en realidad se cumple lo que yo llamo, de forma más simple, el JUST (Justo Una Semana Tarde):

Los materiales no llegan a tiempo, no están bien, o si han llegado la persona que sabe dónde están no está en la empresa (probablemente haciendo gestiones).

Y si a mano viene, alguien te soltará durante el proceso:

Pero hombre, ¿para qué tanta prisa?

lunes, julio 10, 2006

Oposiciones a Presidente

Estuve viendo el otro día los temarios para las oposiciones a conserje y exigen un nivel muy alto, incluso idiomas. No deja de ser curioso que se exija tanto para ser conserje, mientras que para ser Presidente del país no se exige nada. Realmente, cualquiera puede serlo. Así nos va cuando salen fuera, que los idiomas...

Hasta el príncipe, a pesar de estar en el puesto a dedo, está adecuadamente preparado, y lo puedes llevar a cualquier sitio que sabes qué sabrá llevar el protocolo adecuado o usar el cubierto conveniente.

Pero el Presidente... Creo que habría que hacer unos exámenes de habilitación para Presidente, con unos niveles de conocimientos mínimos de idiomas, relaciones internacionales, política internacional, protocolo, etc., con sus temarios correspondientes. Luego ya, entre los habilitados para Presidente, ya se podría elegir libremente.

Incluso habría que hacer exámenes psicológicos/psiquiátricos, para que no se pueda colar ningún pirado en el cargo. Imaginaos que se elige a una persona de presidente y luego se cree Napoleón....

Anda, ahora que lo pienso eso ya ha sucedido...

viernes, julio 07, 2006

el maldito e-mail

Hoy he tenido un mal día.

Metiendo la pata continuamente.

Lo peor ha sido cuando he tenido que mandar el e-mail para convocar la reunión. Yo siempre termino mis mensajes con :

Un saludo,

Miguel Angel

Pues bien, esta vez me he equivocado y, como la u y la i están una junto a la otra en el teclado, me he confundido y he terminado la convocatoria de reunión con un:

Un salido,

Miguel Angel


A partir de ahí, sólo puedo describir la escena en cámara lenta: mi mano sobre el ratón desplazándose hacia el botón de enviar, mientras miro el mensaje y veo el error, pero ya el dedo está pulsando el botón.... enviado.

No, no, no. ¿Cómo se recuperaba un mensaje? Estaba en el menú Herramientas, Acciones, o ¿dónde? Pero ya estaba recibiendo un montón de confirmaciones de lectura. Nada que hacer.

Porque esa es otra, tu mensaje importante aguarda días sin leer en la bandeja, en cambio, mete la pata y tu mensaje será leído sin demora.

Y he ido a la reunión esperando estoicamente la burla general, pero, ¿queréis creerlo? Nadie se ha dado cuenta. Y es que normalmente sólo leemos lo que pensamos que va a poner.

De todas formas esto del e-mail es muy peligroso. Vas a mandar un mail de chorradas a un colega y, como te descuides, lo acabas enviando a la lista de correo de toda la empresa.

O lo que pasó cuando el director de recursos humanos de mi empresa se marchó a trabajar a otra sucursal. Decidió enviar un mail de despedida y no se le ocurrió otra cosa que poner en el asunto del e-mail: Despedida.

Un buen número de empleadas estuvieron al borde de un infarto al recibir el mail, hasta que lograron abrirlo y ver su contenido.

También es curiosa la selectividad a la hora de leer los mails. Los mails con tonterías se leen enseguida pero los importantes, aunque lleven la banderita de importancia alta, deben esperar su turno.

Esto lo utilizo para que lean mis mails. Por ejemplo, si quiero convocar una reunión sobre el proyecto X, pongo:

Asunto: Nuevo video Pamela Anderson

Contenido: De la misma forma que un video de Pamela Anderson nos reuniría alrededor de una pantalla, me gustaría reuniros alrededor de la mesa de la sala ZZZ a las YY:YY horas, para estudiar el estado del Proyecto X.

Y así se lee seguro.

martes, julio 04, 2006

Mongolia, dígame

Normalmente en una empresa para llamar al exterior es preciso marcar el cero. En la mía hay que marcar dos ceros: el primer cero te deja llamar entre sucursales y el segundo, ya al exterior.

El problema viene cuando en casa marcas sin querer los dos ceros, por la costumbre de hacerlo en el trabajo.

Pues bien, 00 es el prefijo de llamada internacional. En Zaragoza, el prefijo de los teléfonos fijos es el 976, que en llamadas internacionales es nada menos que Mongolia.

Esto quiere decir, que te despistas un poco, vas a llamar a tu cuñado, y acaba saliéndote al otro lado de la línea un mongol (o mongola). No será al primero que le pasa...

Pd: Alguien me ha comentado que para eso no necesita equivocarse al marcar, pero ese no es mi caso para nada.