>

jueves, marzo 31, 2011

El Caballero de Isla Cristina



Estábamos visitando el puerto de Isla Cristina, en Huelva, cuando se nos acercó.

Cubierto con una camisa que había sido blanca muchos años atrás, barba de varios días y voz cortada, se me acercó y me dijo:

- ¿Quieres comprar caballas?

Y me mostró una bolsa de dudosas condiciones higiénicas, donde había unas cuantas caballas.

-No, gracias - le contesté.

-Pues entonces dame algo. No tendo pa'comer.

Estuve a punto de responder: "Si, las caballas", pero logré contenerme, dije simplemente no, y me alejé.

Media hora más tarde, y medio pueblo más allá, me giré y:

- Dame algo, no tengo pa'comer.

Efectivamente, era el mismo tío.

- ¡Ay!, déjame en paz - me salió decir.

- Agarrao - contestó él.

- Pesao - le dije yo.

Pensándolo más tarde, no tendría que haberle contestado así ya que, técnicamente, si vendía caballas era un caballero, y eso le convirtió en el Caballero de Isla Cristina en todas nuestras conversaciones de este verano.

martes, febrero 01, 2011

Ruido de fondo


Durante la Expo de Zaragoza, trajeron a probar varios coches eléctricos y los pasearon por la ciudad. Tuve la ocasión de ver uno de ellos de cerca y comprobé que no hacían ruido en absoluto. Eso está muy bien por la contaminación acústica y todo eso, solo que..., si no los oyes pueden atropellarte. Ultimamente he escuchado que en los nuevos modelos están pensando en introducir ruido a propósito, para que eso no suceda.

Es curioso, a veces que algo sea demasiado perfecto es en sí un problema.

Algo parecido sucedió con los primeros teléfonos móviles digitales. La calidad de sonido era tan buena, que no había el más mínimo ruido de fondo. Esto, diríais, es genial, ¿cuál es el problema? El problema es que los usuarios, acostumbrados al teléfono normal, si el interlocutor dejaba de hablar pensaban que se había cortado la comunicación y colgaban. Así que la solución fue incluir, a propósito, una imperfección, un ligero ruido de fondo, que llamaron "comfort noise". De esta forma en todo momento se tenía una referencia audible de que había comunicación.

Creo que esto es aplicable a muchos aspectos de la vida, que no queremos que las cosas sean demasiado perfectas. Las mujeres votadas como las más bellas presentan alguna asimetría, que no sabemos por qué, pero nos atrae. La barbie perfecta no es habitualmente la mujer más deseada.

Tampoco queremos que nuestra pareja sea perfecta en el día a día, si no, ¿cómo podríamos defendernos cuando nos reproche nuestras imperfecciones? Los pequeños fallos en su carácter, en su lógica, nos parecen sorprendentemente atractivos muchas veces y nos provocan cierta ternura.

Las figuras públicas también ganan cuando demuestran algún punto débil. Se habla de que eso las hace más humanas.

Tal vez de eso se trate. De humanidad. Las personas no estamos diseñadas para ser perfectas, luego no aceptamos fácilmente que algo lo sea, necesitamos que siempre exista ese ruido de fondo, que nos consuele de nuestras imperfecciones.

miércoles, enero 19, 2011

linux mon amour


¡Cuánto más fácil sería todo si las mujeres fueran tan predecibles como los ordenadores!

Como ejemplo, veamos el sueño de un linuxero (*):

Rubia impresionante se acerca:
Linuxero: Acuéstate conmigo.
Rubia impresionante: Ni lo sueñes.
Linuxero: sudo acuéstate conmigo.
Rubia impresionante: De acuerdo.

¿Véis? Se habría resuelto de una forma sencilla.
Aunque siempre haría falta tener permisos. Y si el permiso fuera de sólo lectura, como con una stripper, sólo podrías mirar.

¿Que hay problemas con la novia o parienta?: para eso están los foros. Se pone un post y alguien que haya tenido un problema parecido te envía el parche para solucionarlo.

Y si no, siempre se puede cambiar a una versión más nueva y ya está:
#apt-get novia2.0

Aunque a veces, si el hardware es viejo, no puede soportar las versiones más nuevas.

¡Cuánto más fácil sería todo!
¡Pero cuánto más aburrida sería la vida!

(*) Inspirado por la genial viñeta de xkcd.