>

domingo, junio 29, 2008

Paseando por la Expo I


Entré en el pabellón de la Santa Sede con curiosidad por ver cómo hilaban el discurso con el agua, siendo un país sin ríos ni mares. Y la idea, aparte de la previsible pila bautismal, era poner todos los pasajes bíblicos relacionados de algún modo con el agua, y para cada pasaje hay una obra de arte con dicho tema.
Estan, por ejemplo, la apertura de las aguas del mar rojo...
y Jonás y la ballena...
y uno muy bueno: la conversión del agua en vino de las bodas de Canaán.
Pero faltan los más importantes. No esta Noé y su arca, por ejemplo. ¿Dónde ha habido más agua en la biblia que en este pasaje?
Ni estaba Jesús caminando sobre las aguas.
Y para mí, a este pabellón le falta tirón. Por ejemplo, podrían hacer el efecto de que las aguas se abrieran para dejar pasar a los visitantes, con la excusa del episodio de Moisés.
Y para Jesús caminando sobre las aguas, nada mejor que una piscina de Maicena y dejar a los visitantes intentar pasar sin hundirse, como en el programa de televisión de Pablo Motos.
Tendrían cola para entrar, seguro.

Pero el pasaje de las bodas de Canaán también aparece sorprendentemente en otro pabellón: el de la Rioja. Es genial. En una mitad del pabellón hablan del agua, pero claro en la Rioja hay que vender el vino y ¿cómo lo hacen? En el centro del pabellón ponen un cuadro de las Bodas de Canaán y la conversión del agua en vino y ¡ voilá !, ya pueden exponer el vino en la otra mitad.

Otro pabellón sorprendente es el de Rusia. Concretamente, el documental que te largan. De hecho empieza bien, hablando de las propiedades especiales del agua y todo eso, como que al congelarse aumenta de tamaño, lo que permite la vida debajo de ella en los mares, al hacer flotar el hielo... Pero las bases científicas acaban ahí, ya que empieza a desbarrar cada vez más, dando como cierta la teoría de la memoria del agua, sin base científica alguna. Y diciendo barbaridades como que la memoria del agua es la que nos hace volver a nuestra patria/origen. Y muchas más. Hasta se ponen místico/religiosos. Impresionante de verdad que esas supercherías representen a Rusia.

Y el pabellón de Austria merece comentario aparte: no hay más que un escenario circular simulando una de esas bolas que al girarlas cae nieve sobre un paisaje. Y allí hacen actuaciones de baile tirolés,... o algo así. Decir hortera es quedarse corto. Te entra vergüenza ajena al verlo.

De todos modos cada vez me encuentro más a gusto en la Expo. Hay pabellones muy interesantes y recomendables, como los de Alemania, Kuwait, Turquía y Aragón, y un largo etcétera.

También muy interesantes los restaurantes que están ubicados sobre los pabellones. El otro día fuimos a cenar al restaurante japonés y comimos de fábula, lo recomiendo. El camarero nos dijo: "Este sí es tipicamente japonés y con personal japonés, en cambio la mayoría de los restaurantes japoneses de Zaragoza están regentados por chinos". Lo que no deja de ser curioso, sabiendo lo mal que se han llevado ambos países durante siglos y que los restaurantes japoneses al principio, al instalarse en España, daban comida china para sobrevivir, ya que nadie conocía la comida japonesa.